Que te Limita?


Muchos pensadores de la antigüedad creían que el valor era la primera de las virtudes humanas, porque era la que hacía posible todas las demás. El valor comienza con la decisión de enfrentar: el secreto de que somos libres. Requiere el entendimiento del libre albedrío en el nivel arquetípico, el entendimiento de que somos libres de definir quiénes somos en cada momento, Dios nos ha dado la libertad de escoger. No somos lo que la sociedad y el azar han hecho de nosotros; somos lo que escogimos ser, desde lo más profundo de nuestro ser. Somos un producto de nuestra voluntad. Nosotros escogemos nuestro camino, en el sentido más profundo.

A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia… Deuteronomio 30:19

Uno de los problemas más graves en la vida es la autolimitación: creamos mecanismos de defensa para protegernos de la ansiedad que genera la libertad. Nos rehusamos a llegar a nuestro potencial. Esta es la definición de Freud de la psiconeurosis: limitamos la manera como vivimos para limitar la cantidad de ansiedad que experimentamos. Terminamos así tranquilizando muchas de las funciones de la vida. Cerramos los centros de pensamiento creativo y empresarial; detenemos el progreso y el crecimiento. Pero, ninguna decisión significativa--personal u organizacional--se ha tomado alguna vez sin haber sido manejada por una crisis existencial, o sin un compromiso para atravesar la ansiedad, la incertidumbre y la culpa.

Eso queremos decir por transformación. Usted no puede cambiar tan solo la forma como usted piensa o la forma como actúa. Usted debe cambiar la forma como maneja su voluntad. Debe tomar control sobre los patrones que gobiernan su mente: su visión del mundo, sus creencias acerca de lo que usted se merece y acerca de lo que es posible. Esa es la zona de cambio fundamental, de fortaleza y energía, y ese es el verdadero significado del coraje.

La Biblia habla sobre el dominio propio que Dios ha dado a sus hijos y de que somos libres para escoger las bendiciones que Dios nos da. Algunas personas tienen más talento que otras. Algunas son más privilegiadas en términos de educación. Pero todos tenemos la capacidad de escoger.


Usted decide si quedarse en la mediocridad o avanzar hacia una vida llena de potencialidades. Sin embargo su verdadero crecimiento en el liderazgo viene con el reconocimiento de que su potencial está limitado solo por cómo escoge, cómo utiliza su libertad, qué tan decidido es, qué tan persistente es, en otras palabras, por su actitud y todos somos libres de escoger nuestra actitud.

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