Mujeres Lideres

Las mujeres están conquistando cada vez más cotas de poder. Y están rompiendo estereotipos, demostrando que también tienen un estilo de liderazgo asertivo y seguro.

Las noticias sobre mujeres en posiciones de poder son cada vez más frecuentes. Angela Merkel como nueva presidenta de Alemania, Ellen Johnson-Sirleaf en Liberia, Gloria Macapagal Arroyo en Filipinas y Michelle Bachelet en Chile son los ejemplos más recientes de mujeres que han alcanzado altas cotas de poder. Estos ejemplos son sólo la punta del iceberg. Por debajo de ellas, hay numerosos ejemplos de mujeres con altos puestos directivos tanto en el gobierno como en el tejido empresarial. Hay grandes expectativas sobre lo que puede significar que cada vez mayor número de mujeres nos dirijan.

La creciente presencia de mujeres supone que el hecho de ser mujer ya no es un impedimento para acceder al poder. Es más, está siendo políticamente correcto para las empresas contar con mujeres en sus órganos de gobierno, como demuestra el nuevo Código Unificado de Recomendaciones sobre Buen Gobierno de la Sociedades Cotizadas que ha presentado la CNMV. Éste es un gran avance hacia la igualdad de género.

Sin embargo, el día en que estas noticias dejen de ser noticia será cuando realmente podremos afirmar que hay igualdad de género en el liderazgo. Por ahora, el famoso techo de cristal que ofrecía una barrera a veces invisible se está empezando a resquebrajar. Estas mujeres, con su historia y su buen hacer, están sirviendo de modelos para las siguientes generaciones.

No hay duda de que esta diversidad de género en el panorama político será una fuente de innovación. Pero, ¿están también estableciendo estas líderes pioneras un nuevo estilo de liderazgo? El estereotipo es que las mujeres tienen un estilo de liderazgo más participativo, democrático y negociador. Este estereotipo se ha basado en nuestras experiencias cotidianas con mujeres que ejercen su influencia en organizaciones.

Sin embargo, expertas en el tema han señalado que la idea de que las mujeres tienen un estilo de influencia menos asertivo es porque históricamente han estado en situaciones de poco poder y, en ese contexto, cualquier persona debe recurrir a tácticas de influencia menos directas. Cuando las mujeres están en situaciones de poder ejercen su liderazgo de forma asertiva y con seguridad.

¿Tienen estos cambios alguna repercusión en la mejora de la situación para la mujer? Una idea que se asume cuando una mujer sube al poder es que esa nueva posición mejorará la calidad de vida de otras mujeres. Se espera que una mujer conozca su problemática y simpatice con ellas tratando de ayudarles en su carrera profesional.

De hecho, una de las primeras medidas de Michelle Bachelet como presidenta electa de Chile es formar un gabinete paritario como símbolo de apertura hacia las mujeres. Según un estudio realizado por nuestro equipo de investigación en el Instituto de Empresa, la presencia de mujeres en la alta dirección puede fomentar la flexibilidad y las políticas de conciliación familia-trabajo, pero sólo cuando hay una masa crítica de mujeres en la empresa que funcionan como el motor del cambio.

Margarita Mayo. Profesora. Instituto de Empresa

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