Los Líderes Se preparan Para El Éxito

El Apóstol Pablo explicaba a Timoteo en su carta (1 Timoteo 3:1-6) que no diera autoridad de liderazgo dentro de la Iglesia a un neófito.

Un neófito era una persona sin conocimientos del evangelio que pretendía puestos de autoridad dentro de la iglesia, alguien sin conocimiento verdadero de las cosas que tienen un gran valor. Eran esas personas completamente ignorantes acerca de las responsabilidades que atañen al liderazgo.

El liderazgo no es lugar para gente irresponsable, floja, y sin deseos de aprender. El líder no puede llegar a ese puesto pensando que aprenderá todo de cero, es necesario que cuando el comience por lo menos sepa algo. Sino esto acarreara muchos problemas.

El aprendizaje debe ser constante, pero es necesario tener buenos conocimientos fundamentales para poder ejercer eficientemente un cargo que implique algún tipo de responsabilidad.

Un líder responsable toma su crecimiento en serio y las responsabilidades deben recaer sobre personas de alto grado de compromiso con la visión y la organización. Si usted coloca a alguien que no tiene responsabilidad y no tiene experiencia en un puesto de liderazgo lo más probable es que todo salga mal.

Por ello, las responsabilidades deben ser delegadas en los líderes de manera acorde a su responsabilidad, fidelidad, conocimiento y experiencia.

Winston Churchill, Dwight E. Eisenhower y otros grandes estadistas, antes de ocupar los puestos de primer Ministro y Presidente, respectivamente, ocuparon una larga serie de cargos y cometieron también sus errores, pero cuando llegaron a ocupar puestos claves, ya contaban con una enorme experiencia. Probaron así su fidelidad y responsabilidad en puestos menores, subordinados y no reconocidos, pero ellos se desarrollaron y tomaron ventaja de la preparación, trabajo, fidelidad y constancia, estos premiaron su esfuerzo.